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Cristina Ezcurra
, socia de ADEME, es fisioterapeuta especializada en pediatría y lactancia materna, con más de diecisiete años de experiencia en el sector sanitario. Miranda de Ebro es su ciudad natal y también el lugar donde, tras una larga trayectoria profesional en Vitoria, decidió abrir su propia clínica.
Su pasión por la fisioterapia la llevó a iniciar su formación en Barcelona, en la Universidad Internacional de Cataluña, entre 2005 y 2008. Tras completar estos estudios, intentó continuar con Podología, aunque las circunstancias no fueron las más adecuadas: “No era un momento idóneo y, en el primer curso, ya me volví para Miranda”, recuerda.
Con su regreso a su ciudad natal, comenzó a buscar empleo en el norte de España. Sus esfuerzos dieron resultado rápidamente: “A los dos días de enviar currículos por Vitoria empecé a trabajar en una clínica donde estuve doce años”, cuenta. Sin embargo, las circunstancias le llevaron, en 2021, a volver a Miranda.
El regreso a Miranda y el salto al emprendimiento
De vuelta en Miranda, trabajó en otra clínica antes de dar el paso definitivo, ya en enero de 2023: abrir su propio negocio. “Vi que Miranda tenía un potencial importante y entonces decidí emprender por mi cuenta”, explica.
Sobre los inicios, asegura que fueron relativamente sencillos y que las mayores dificultades fueron burocráticas: “Algo que me generó problemas fue el tema del papeleo; piden muchas cosas, pero, por lo demás, todo el proceso fue bien”.
La decisión de emprender también estuvo marcada por motivos personales. Con dos hijos pequeños, los largos desplazamientos a Vitoria complicaban su vida familiar: “Calculaba siempre una hora de ida y otros 45 minutos de vuelta; al final perdía mucho tiempo. Además, también quería trabajar aquí porque yo siempre he vivido en Miranda”.
Cristina explica que, desde que trabaja por su cuenta, valora la libertad que le ofrece su profesión: “Yo organizo mis horarios como quiero. Mi calidad de vida es espectacular. No lo cambio por nada”, afirma. Su clínica ha tenido una gran acogida desde el principio: “Sorprendentemente, desde la segunda semana de trabajo no he tenido ni un hueco en todas las semanas”. Muchos de sus pacientes le siguen fieles desde su etapa en Vitoria, e incluso algunos vienen de otras provincias, como Burgos ciudad y Valladolid, por sus tratamientos especializados.
Especialización en pediatría y lactancia materna
Aunque atiende a todo tipo de pacientes, su verdadera pasión y especialidad se centra en los más pequeños. “Atiendo a deportistas a menudo, pero la mayor parte de mis pacientes son bebés”, comenta. Cristina ha encontrado un nicho muy concreto y necesario: la fisioterapia pediátrica y en lactancia materna. Su experiencia le permite tratar desde recién nacidos hasta niños de pocos meses que presentan dificultades de desarrollo muscular o problemas derivados del parto. Además, es una de las pocas profesionales especializadas en este ámbito en toda Castilla y León.
Nuestra socia explica que muchos de los problemas que observa en bebés tienen su origen en la posición que adoptaron durante la gestación o en la forma en que se produjo el parto. “Si hay partos instrumentalizados con fórceps o ventosas, los bebés sufren mucha tracción cervical, y eso puede derivar en problemas a nivel del cuello y de la columna que necesitan tratamiento desde el primer día de vida”, detalla.
Asimismo, las dificultades de lactancia son comunes y pueden deberse a varias causas, como tensiones en la zona del sacro, desequilibrios musculares o problemas de succión que generan dolor en la madre y dificultan la alimentación del bebé. Por esta razón, insiste de manera rotunda en la importancia de realizar una intervención temprana. “Cuanto antes se traten, mejor. Detectar y corregir estas pequeñas alteraciones en las primeras semanas de vida evita que se conviertan en problemas más complejos con el tiempo”, asegura.
Otros tratamientos
También hace hincapié en la importancia de la actividad física: “Una musculatura rígida necesita movimiento. El 99 % de mis pacientes se van con ejercicios recomendados, que les permiten recuperarse adecuadamente”, adaptando siempre las pautas según la edad y la condición de cada persona.
Por otro lado, insiste en la prevención y en tratar a cada paciente de manera individual. Por esta razón, se toma el tiempo necesario para evaluar bien cada caso y asegurar que la recuperación de la lesión sea lo más rápida y completa posible.
Emprender y conciliar
Cristina Ezcurra conoce bien lo que implica poner en marcha un proyecto propio. A quienes se plantean dar el paso, les recomienda informarse a fondo y rodearse de buenos asesores: “No es tan sencillo; a nivel económico y fiscal hay que estar bien orientado”, explica. También considera fundamental contar con el apoyo del entorno más cercano, especialmente de su madre, que en su caso fue clave.
Organizarse bien es, según ella, la base para poder conciliar. “Para mí, tener el colegio a tres minutos es fundamental”, comenta entre risas. Esa cercanía le permite atender su clínica sin renunciar al tiempo con sus hijos, demostrando que es posible equilibrar la vida profesional y personal con una buena planificación.
De hecho, defiende con convicción la autonomía femenina y anima a otras mujeres a dar el paso del emprendimiento sin miedo. “No hay que dejar de emprender por tener hijos. Hoy en día se puede, y merece la pena”, afirma.
Comprometida con su desarrollo profesional, continúa formándose de manera constante. Actualmente estudia un posgrado en fisioterapia pediátrica en Madrid y valora especialmente la flexibilidad que ofrecen las modalidades online, que le permiten seguir actualizándose y ofrecer a sus pacientes la atención más completa y actualizada.
La historia de Cristina es un ejemplo de determinación, equilibrio y pasión por la profesión. Su trayectoria demuestra que el compromiso, la formación continua y la confianza en una misma son las claves para transformar la experiencia en un proyecto sólido y exitoso.